El inicio de curso 2025-2026 empezó con una noticia que marca el reto principal de los meses de actividad académica que quedan por delante: 1 de cada 3 alumnos (335.746 del total) tiene necesidades específicas de apoyo educativo (NESE). De estos, el 87% (292.380 alumnos) se encuentra en situación de vulnerabilidad social o tiene problemas de inclusión o de comprensión de la lengua, según datos del departament d’Educació publicadas en el diario Ara. Los demás casos están relacionados con necesidades especiales vinculadas con discapacidades, trastornos que afectan el aprendizaje o altas capacidades.
En cuanto a los estudios postobligatorios, a finales del curso pasado la Sindicatura de Comptes ya avisó que las becas universitarias en Catalunya dejaban fuera algunos hogares en riesgo de pobreza y que sus importes no cubrían los costes económicos que comporta estudiar en la universidad.
Para combatir estas desigualdades educativas y acercarnos lo más posible al aprendizaje en igualdad de condiciones, dentro y fuera del aula, el apoyo educativo fuera del horario lectivo ha estado y sigue siendo un elemento clave en la acción social del Casal dels Infants. Así, acompañamos a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad social, y apostamos para garantizarles espacios de apoyo educativo diarios, orientación formativa, referentes motivadores y la posibilidad de entrar en el programa de becas.
De esta manera, actuamos contra el riesgo de fracaso escolar (el abandono de los estudios de la ESO sin lograr las competencias básicas ni haber obtenido la titulación) y el abandono escolar prematuro (jóvenes de entre 18 y 24 años que, como máximo, han superado la ESO y no han estado cursando ningún tipo de educación postobligatoria). De este último indicador, la cifra en Catalunya era del 13,7% el año 2024, más alta que la media europea, de 9,3%.
Continuidad formativa
Fran es un ejemplo de la otra estadística, de las que han podido y decidido seguir estudiando. Tiene 19 años, es uno de los más de 300 jóvenes participantes en el Casal dels Infants y es voluntario con grupos de primaria. Empezó en el Casal, en el barrio del Raval, desde bien pequeño, creciendo y pasando por los diferentes servicios socioeducativos a medida que se iba haciendo mayor. «Desde que tengo consciencia, estoy en el Casal«, recuerda.
A finales del curso pasado, cuando terminaba segundo de bachillerato, tuvo que asumir un pequeño desvío en su camino de ir a la universidad y estudiar Derecho: la recuperación pendiente de una asignatura le impidió presentarse a la selectividad. Pero, este imprevisto no bajó los ánimos de Fran, que con el apoyo y la orientación de su educadora referente, decidió coger un camino alternativo para llegar al mismo lugar: estudiar el grado superior de Integración Social.
«Quiero seguir estudiando porque me gusta estudiar y quiero ir a la universidad porque es uno de mis deseos en la vida”.
“Quiero seguir estudiando porque me gusta estudiar y quiero ir a la universidad porque es uno de mis deseos en la vida”, afirma Fran. El Casal ha sido para él este espacio donde poder estudiar, y donde ha encontrado el apoyo y la orientación para averiguar cuál sería el siguiente paso. «Pienso que sin el Casal me hubiera costado encontrar un espacio donde hacer los deberes, hacer trabajos y estudiar», explica.
Becas universitarias que no llegan donde más hacen falta
El objetivo de Fran de ir a la universidad tiene, pero, gastos económicos elevados asociados. A pesar de que el derecho a acceder en igualdad de condiciones a la educación superior está recogido en la Constitución, en el Estatuto de Autonomía de Catalunya y la ley de universidades, las becas que ofrece la administración no llegan allí donde más y cuando más hacen falta.
La información que la Generalidad, los centros docentes y las universidades facilitan sobre las becas universitarias no es «sistémica ni completa», alertaba la Sindicatura de Comptes de Catalunya en mayo. Además, el alumnado se ve obligado a matricularse antes de saber si ha obtenido la beca y su cuantidad. El cobro de la beca, si ha sido aceptada, lo reciben una vez empezado el curso, el mes de noviembre. E
En cuanto a la función del sistema de becas de eliminar las barreras socioeconómicas para garantizar un acceso a la universidad en igualdad de condiciones, esta no se cumple del todo. Según el informe “Sistema de beques i ajuts a la formació universitària” de la Sindicatura de Comptes de Catalunya, los umbrales de renda establecidos hacen que las becas no lleguen en todos los hogares catalanes en riesgo de pobreza, ya que el umbral que establece el riesgo de pobreza en Catalunya es más alto que el umbral del tramo 1 de la beca general, el de los hogares con los ingresos más bajos. Por ejemplo, el umbral de pobreza en Catalunya en un hogar de 4 miembros se establece a 29.600 €, mientras que el umbral del tramo 1 de la beca general es 21.054 €. Esto es una diferencia del 40,6%.
Por tanto, hay hogares que según un criterio se encuentran bajo el umbral de riesgo de pobreza, pero según el criterio de la beca general, no les toca estar en el tramo 1, sino en el tramo 2. Eso supone dejar de recibir el concepto de «cuantía fija ligada a la renta» de 1.700 €, y solo poder recibir la cuantía fija ligada a la residencia (1.600 €), la cuantía fija ligada a la excelencia académica (entre 50 y 125 €), y la cuantía variable (mínimo 60 €).
Aparte de la beca general, existe también la beca Equidad, que consiste en una reducción hasta el 80% al precio de la matrícula, según el tramo de renta asignado y los estudios. El curso 2022-2023, el alumnado que recibió esta beca eran exclusivamente alumnado a los que se les había denegado la beca general. En el curso anterior, del 2021-2022, solo 6.393 alumnos (o un 5% del total) se beneficiaron de una beca Equidad.
Situación administrativa pendiente a regularizar: un límite más para acceder a la beca
Otro requisito para obtener una beca del Ministerio de Educación, que te excluye directamente si no lo cumples, es o bien tener la nacionalidad española o bien tener el permiso de residencia, es decir, un NIE. Es lo que le pasó a Ivana, de 19 años, participante del Casal dels Infants del Raval y voluntaria.
Mientras todos sus compañeros y compañeras de clase hacían la solicitud para la beca de estudios postobligatorios, Ivana, que llegó del Perú hace 6 años y aún no ha obtenido el permiso de residencia, tenía las manos atadas. «Me sentí muy mal porque yo no podía pedir la beca. Lo comenté en el Casal y me dijeron que me ayudarían», relata Ivana.
Así, Ivana pasó a ser una de las jóvenes beneficiarias del programa de becas del Casal, una recompensa por su esfuerzo y rendimiento académico, y por la determinación y compromiso en seguir estudiando y formándose. Empezó estudiando un grado medio de Administración y Gestión de Empresas, con el que hizo las prácticas en el departamento de Finanzas del Casal. «Al principio me daba un poco de miedo porque la contabilidad era una de las asignaturas que peor llevaba. ¡Pero gracias a las prácticas este año me ha ido superbién!», celebra.
Ahora, Ivana está en el segundo año del grado superior en Asistencia a la Dirección. El primer curso, pero, también empezó con trabas. Tal como recogió El Periódico, Ivana fue una de los 31.404 jóvenes catalanes que no obtuvo una plaza en un grado de formación profesional (FP) ni en la primera ni en la segunda ronda de asignaciones, a pesar de haber aprobado el grado medio y haber entregado todos los documentos a tiempo. En consecuencia, no pudo empezar las clases con los demás compañeros y compañeras, sino que lo hizo dos semanas después, y en un grado que no era su primera opción.
Aun así, la determinación de Ivana para seguir estudiando y su curiosidad en probar cosas nuevas la animaron a inscribirse a este grado, que ha aprobado con éxito.
El programa de becas del Casal
Actualmente, 21 jóvenes del Casal dels Infants están becados y becadas por el programa. Este se nutre gracias a la suma de esfuerzos y la colaboración de diferentes fundaciones y entidades que creen en estos jóvenes y su objetivo de seguir estudiando: Fundació Nou Cims, Fundació Kasperle, Fundació Sandra Salgado Montells, Fundació Tennis Barcelona y Associació Rosa Peris.
El programa de becas del Casal se desarrolla transversalmente a todos los barrios donde actuamos y está abierto a chicos y chicas a partir de los 15 años, cuando tienen que empezar a decidir qué quieren hacer después de la ESO. Las becas, por un lado, se basan en ayudas económicas para que los jóvenes puedan ampliar su itinerario académico y formativo en estudios postobligatorios, que cubren el coste de la matrícula, el transporte, los libros y el material necesario para el curso.
Por otro lado, los y las jóvenes siguen recibiendo apoyo socioeducativo del equipo educativo y personas voluntarias, participando en los espacios de estudio i refuerzo educativo, y recibiendo orientación para decidir qué estudiar, apoyo en trámites y gestiones académicas.
También, la beca siempre va acompañada del apoyo personal y emocional de los educadores y educadoras referentes, que siguen al lado de los y las jóvenes en cada paso de su camino educativo y formativo. Contar con todos estos tipos de acompañamiento es necesario para garantir itinerarios de éxito educativo.

