Empezamos un nuevo curso, y uno de los principales retos vuelve a ser combatir las desigualdades en la educación. Queremos evitar que marquen el aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes y, como consecuencia, su bienestar en el futuro. En Catalunya, el alumnado de familias con pocos ingresos, un nivel educativo bajo o de origen migrante tiene más riesgo de sufrir bajos resultados educativos. También lo tiene más difícil para graduarse de la ESO y continuar estudiando más allá de esta etapa (abandono escolar prematuro). Las desigualdades educativas no sólo se dan dentro de las aulas. Porque cuando acaban las clases, quedan muchas horas para aprender, y no todo el mundo tiene las mismas herramientas y apoyos para hacerlo. Para afrontarlo, en el Casal dels Infants fortalecemos la educación de más de 3.000 niños, niñas y adolescentes en riesgo de exclusión.
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Las desigualdades en las aulas
La etapa de los 0 a los 3 años es decisiva en el desarrollo de la infancia. Sin embargo, las desigualdades en los centros educativos empiezan muy pronto. Los jardines de infancia no son un servicio universal ni gratuito. La excepción es el curso I2, en el que la escolarización no tiene coste. Esto provoca que los niños y niñas en situación social desfavorecida y de nacionalidad extranjera sean los que menos acceden a estos centros educativos.
En la educación primaria y secundaria, como hemos visto, la situación social de las familias y su origen también determinan el éxito educativo de sus hijos e hijas. Tiene mucho que ver con ello la segregación escolar (el alumnado socialmente vulnerable se concentra en determinadas escuelas e institutos). Otro de los deberes pendientes es corregir una inversión pública insuficiente en educación: actualmente es del 4,2% del PIB, por debajo del 6% que establece la Ley de Educación de Catalunya.
Las desigualdades fuera de las aulas
Cada tarde, muchos chicos y chicas no tienen acceso a actividades que enriquezcan sus aprendizajes. Cuando quieren realizar tareas de la escuela o del instituto, los hay que no disponen de un espacio adecuado. En Barcelona, el 14% de los niños y niñas viven en habitaciones sobreocupadas, con habitaciones insuficientes para las personas que viven.
A menudo su familia no tiene tiempo o recursos para ofrecerles apoyo educativo. Las jornadas laborales largas, muchas veces en condiciones precarias, y las cargas familiares son para muchas un impedimento. Más allá del tiempo, muchos padres y madres no tienen las competencias necesarias para apoyar a sus hijos e hijas en los estudios, a causa de un nivel educativo mayoritariamente bajo. En muchos casos tampoco dominan suficientemente el catalán y el castellano.
Son hogares en las que difícilmente hay libros, y algunas no disponen de conexión a internet o de acceso a dispositivos digitales. A la hora de aprender, tan importante como estas carencias es el malestar emocional que genera a los niños y niñas vivir en una situación socioeconómica difícil.
¿Cómo fortalecemos su educación desde el Casal dels Infants?
En el Casal dels Infants una de nuestras prioridades para conseguir que los niños y niñas superen el riesgo de exclusión social es garantizarles espacios de refuerzo y orientación en su itinerario educativo. Con el apoyo constante del equipo educativo y de personas voluntarias buscamos, en definitiva, que ninguno de ellos se quede atrás.
Empezamos desde bien temprano, cuando tienen entre los 0 y los 3 años. En nuestro servicio maternoinfantil Vínculos adquieren hábitos y competencias necesarios en esta etapa clave en su desarrollo.
De los 3 a los 16 años, les garantizamos un acompañamiento individualizado y de refuerzo educativo, a través del Centro Abierto, los Casals Familiares y los Espacios y Servicios Socioeducativos. Somos un referente con el que consolidan y amplían lo que han aprendido en la escuelo. Involucramos a las familias, y los orientamos para que hagan la transición entre etapas educativas con garantías de éxito.
De los 16 a los 21 años, nuestro esfuerzo para que continuen formándose da continuidad al refuerzo educativo que les garantizamos en la infancia y la adolescencia. En esta etapa también es clave nuestro Programa de Becas, porque buscamos que no se les cierre ninguna puerta para formarse. Lo hacemos con la financiación de la Fundación Nous Cims, la Fundación Kasperle y la Fundación Sandra Salgado Montells.
En todas estas etapas, el apoyo educativo es parte del acompañamiento integral que garantizamos a los niños y niñas y a sus familias. Nuestro objetivo es que superen el riesgo de exclusión social. Buscamos soluciones para cubrir sus necesidades básicas y actuamos ante otras vulneraciones de derechos que sufren, trabajando en red con los servicios sociales, los centros educativos y otros recursos de cada barrio.
Algunas cifras relevantes:
- En los resultados del informe PISA, el alumnado de clase baja consigue de media 50 puntos menos que los de clase media y 80 puntos menos que el de clase alta en las diferentes competencias. Fuente: “El estado de la educación en Catalunya” (2020), Fundació Bofill.
- El 16,9% de jóvenes entre los 18 y los 24 años no estudian y se han graduado, como máximo, de la ESO. El abandono escolar prematuro entre personas de nacionalidad de países que no pertenecen a la Unión Europea (38%) triplica el de las de nacionalidad española (13%). Fuente: Idescat, a partir de la Encuesta de Población Activa del INE (2022).
- El abandono prematuro también afecta a uno de cada cinco jóvenes con ingresos bajos, y sólo al 1% de los que tienen ingresos altos. Fuente: «El abandono escolar prematuro en Catalunya. Radiografía de la situación actual» (2022), Fundació Bofill.
- Prácticamente 1 de cada 5 personas que sólo han conseguido la ESO se encuentra en riesgo de pobreza, mientras que sólo están en esta situación un 10% de las que tienen estudios superiores. Fuente: Idescat, Encuesta de Condiciones de Vida.
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