Más Infancia es un nuevo servicio desde el Casal dels Infants del Besòs i La Mina, iniciado el verano de 2024, y que implementamos en el barrio del Besòs i el Maresme, en la ciudad de Barcelona. A través del servicio desarrollamos dos proyectos: el espacio maternoinfantil por las mañanas y el espacio socioeducativo por las tardes. Este último es el primer servicio de apoyo social y educativo del barrio que acompaña a niños y niñas de los 3 a los 5 años, y también participan niños y niñas de los 6 a los 8 años. 

El proyecto Más Infancia, cofinanciado por la Fundación “la Caixa” y el Fondo Social Europeo, lo implementamos en colaboración con la Asociación Invia, y tiene el objetivo de favorecer la integración social de niños y niñas y familias en riesgo de exclusión social.

El servicio se origina de la necesidad en el barrio de ofrecer espacios de refuerzo educativo, de relación entre niños y niñas y de apoyo social a las familias en la franja de los 3 a los 5 años. Esta falta se detectó en la Taula d’Infància del Besòs i el Maresme, de la que formamos parte con otras entidades y servicios del territorio. «Es una edad donde este tipo de acompañamiento es muy valioso», explica Sara Laviós, educadora responsable del servicio Más Infancia. «Además, es una etapa de la vida de los niños y niñas, y de los padres, muy bonita y vulnerable a la vez«, añade. 

 

Las tardes en el espacio socioeducativo

Así, el espacio socioeducativo está destinado a niños y niñas del segundo ciclo de educación infantil y del ciclo inicial de educación primaria -es decir, de 3 a 8 años– en situación de vulnerabilidad social. Al salir de la escuela, estos niños y niñas vienen a la escuela Concepció Arenal, que cede los espacios para llevar a cabo el servicio, y pasan la tarde en el Casal.

Por un lado, el proyecto consiste en garantizar un espacio seguro, donde los niños y niñas pueden aprender a través del juego y el ocio, relacionarse con otros niños y niñas, y trabajar hábitos saludables y competencias transversales de esta franja de edad. «Mi hijo es muy activo y le gusta mucho jugar. Cuando viene aquí, juega, corre, hace de todo, y cuando llega a casa está tranquilo», explica Fatima Zohra Chat, madre de Iyad, que tiene 8 años y participa en el Más Infancia. «Antes, cuando venía de la escuela a casa, quería hacer muchas cosas y no tenía donde. Ahora, cuando viene aquí, está muy contento«, añade.

 

 

Por otro lado, uno de los objetivos del servicio también es el éxito educativo, que en esta franja de edad se traduce en tener espacios donde reforzar lo que aprenden y trabajan a la escuela, sobre todo centrados en aprender a leer y escribir. Alan, de 7 años, que ja lee y escribe en letra de palo, presume de escribir su nombre con letra ligada. 

Además, para las familias de estos niños y niñas, el servicio también es un espacio de proximidad. «Somos una muleta más de todo el sistema social», como explica Sara. Las educadoras son también sus referentes, con quienes encuentran apoyo social y emocional. «Puedo hablar con Sara y Andrea como si fuesen mis hermanas, son como mi familia. Cuando les pido algo, siempre han estado aquí para ayudarme», confesa Fatima sobre las educadoras del Más Infancia.

 

Las mañanas en el espacio maternoinfantil

Fatima también participa en el servicio maternoinfantil del Más Infancia con su hija Inas, de 2 años. “Cada lunes y miércoles antes de ir a dormir, mi hija se va a dormir muy emocionada porque saber que mañana venimos al Casal y se podrá ver con otros niños y niñas», explica con una sonrisa.

 

 

El espacio maternoinfantil es un servicio diurno de proximidad, destinado a madres y padres con niños y niñas de 0 a 3 años. El objetivo principal es prevenir e intervenir en las situaciones de riesgo social para reducir las desigualdades educativas que se originan en los primeros años de vida, determinantes en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños y niñas, así como fomentar la promoción social de los niños, niñas y familias. 

Para los bebés y niños y niñas, se preparan juegos, pequeñas dinámicas y actividades para estimular los sentidos y el movimiento psicomotor, para relacionarse con otros bebés. Para las madres, supone un espacio seguro donde compartir consejos y experiencias sobre la crianza, adquirir nuevos aprendizajes y conocer recursos públicos, sociales, sanitarios y educativos que tienen a su alcance. Y, sobre todo, se refuerza el vínculo y la confianza entre ellas, ampliando así su red de relaciones. «Un lugar donde puedes llorar y reír», resume Fatima.

«Es un espacio donde poder hablar, que nos parece algo muy obvio, pero no lo es tanto. Pueden decir lo que piensan y lo que sienten cómo quieren, y dónde pueden quejarse. Nos consta que muchas de ellas hablan y quedan para verse fuera del servicio», celebra Sara.